URANO Y EL DESAPEGO

Un gran mundo de impresiones recibe el uraniano, con una cuota de serena soledad y éxtasis intermitentes. Por donde puede caber el sentimiento y al mismo tiempo la distancia más grande. Como una especie de viento o un curso de agua, que arrastra todo lo que pueda uno aferrarse, tanto a un hecho, como a una persona, o situación.
Son momentos en que la distracción prevalece. Incluso el amor de pareja, tiende a diversificarse en optimas condiciones para no apegarse a nada. El deseo queda desvariado en tiempo y espacio. Se sufre la desconcentración de la conquista. El sentir es momentáneo, no concibe surcos iguales.

Sorprenderse en un nuevo rumbo antes de lo pensado. Desviar cualquier sensación de aprisionamiento emocional y liberarse bajo sus propias condiciones y capacidades. La verdad es que esto es un talento. Sin conciencia. La pasión no puede enraizarse en casi nada, simplemente es un estado que llevará a otro en la medida que se lo deje fluir naturalmente. Se reconoce que la relación honda y penetrante no puede sostenerse. La libertad es primordial. El pulso pareciera más veloz. La ligera y visionaria apreciación de las cosas surte efecto en las emociones. No hay forma de sostener el deseo. El amor lo intenta. El deseo aviva y apaga los sentidos sin rodeos. El tiempo vuela, la dinámica es aún más veloz en estados fuertes emocionales.

Es uno de los conflictos mayores en todos nosotros, tratar de amar al prójimo desapegadamente. Porque connota no desearlo. Que a su vez, es no quererlo dominar, matar, comer, violar, poseer, tener. En una carta natal, se ven energías que actúan y actuarán en una persona a lo largo de su vida. Le corresponden a la persona y a su vez están engranadas con todas las relaciones que tuvo, tiene y tendrá. Todo aquello que la persona vivencie en un momento dado, será del momento y marca una reacción especial a un estado energético del momento. Es decir, que a su vez, del conjunto entero de su carta astral, predominarán unas energías sobre las otras, manejadas por las fuerzas del universo. Experiencias que se deben vivir, en tiempo y espacio determinado. El desapego no es desinterés sino una gran capacidad para poder continuar el curso de las siguientes emociones. Es como si antes de hundir un pensamiento o una emoción, un envión hacia arriba lo liberara.

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